DESESPERACION DE LOS PACIENTES DE DIALISIS
La deuda millonaria acumulada desde junio del año pasado por
parte de Incluir Salud hacia los centros de diálisis produjo hoy un nuevo
reclamo en el Congreso.

“El Programa Federal “Incluir Salud” es un programa
nacional, que busca el fortalecimiento de la atención sanitaria de los ciudadanos
de la provincia de Buenos Aires en el servicio público de salud. Incluir Salud
está dirigido a titulares de Pensiones Nacionales No Contributivas
(PNC), que no cuenten con asistencia de servicios de salud tales como obras
sociales”, dice en su página oficial. Los pacientes asistidos con Incluir Salud
son personas que reciben pensiones por discapacidad o no tienen jubilación, y
en este país la desocupación y el trabajo en negro creciente desde hace varias
décadas hacen que tengamos cada vez menos aportantes y necesita cada vez mas de
políticas de redistribución económica, porque no hay trabajo y porque se
recauda cada vez menos impuestos, principalmente de los mayores contribuyentes
quienes son los mayores desviadores de fondos y ganancias y mayores deudores de
impuestos.
Por lo tanto la deuda de incluir salud perjudica a sus
beneficiarios pero principalmente a los centros de diálisis que cerrarían sus
puertas porque dependen de esos fondos para pagar salarios, maquinas, insumos, etc.
Los Centros de diálisis argentinos vienen reclamando facturas
atrasadas desde 2017 desde que las sucesivas devaluaciones repercutieron en los
costos para el mantenimiento de máquinas e insumos. El reclamo es también
porque no actualizan los módulos, es decir, los valores a los cuales los
centros de diálisis les facturan al gobierno.
Recordemos que aparte de la máquina y los filtros, se
necesitan tubuladuras, procesos de purificación de agua por osmozis, traslado de pacientes, químicos, medicación, laboratorio,
control, agujas especiales, guantes, gasas, y por supuesto pagarle a los técnicos,
médicos y administrativos.
Si bien los centros de diálisis vienen haciendo esfuerzos en
readecuación de pacientes, cada vez es más difícil brindar el servicio. Hay
servicios de hemodiálisis privados grandes como por ejemplo la firma multinacional
Fresenius Medical Care o Diaverum. Pero la mayoría son centros pequeños, pymes
que luchan día a día cerca del paciente. Aunque todos están en la misma situación.
Fresenius por ejemplo, elevó un nuevo presupuesto a Alemania en 2018, pero fue
inviable. Ante el no pago, todos frenan la nueva incorporación de pacientes y sería
imposible que los absorban los hospitales públicos que posean Centro de diálisis.
Hay aproximadamente 20.000 pacientes en el país. Al parecer de
los $700 millones de deuda prometieron pagar $300 millones, pero por ahora no
hubo desembolso.
El Dr. Ariel Leston, médico y miembro de la Asociación
Regional de Diálisis de CABA y GBA, (presidida por el Dr. Alfredo Casaliba), en
conversación con Revista Redes, nos comentó que fue “al congreso con 120
pacientes en búsqueda de una solución, y que una comisión fue recibida por
Sergio Massa”… “quien prometió ocuparse y hablar con el Ministro de Salud Gines
Gonzales García”... “Somos pymes
argentinas que nos están llevando a la quiebra… Pero si quebramos no sé qué
pasa con nuestros pacientes”
La deuda es desde las prestaciones de junio. El Dr. Ariel
Leston, hoy mismo, en una demostración de humanismo, quiso llevarle
tranquilidad a sus pacientes enviándoles una carta:
“Es una situación
muy angustiante, el responsable de cubrir el tratamiento para los
discapacitados es el Estado. Es fácil de entender que si la gente paga sus
impuestos lo mínimo que espera es que los discapacitados puedan vivir. Que ya
estén pasando por esta situación es una falta grave del Estado.
Algunos de los
pacientes de diálisis son ciegos, amputados, ancianos, etc. Con serias
dificultades para movilizarse. Desde el centro los vamos a buscar hasta la casa
porque de otra manera algunos no podrían acceder ni al costo del traslado.
Como médico trato
de contener a mis pacientes hasta en esta situación que no está a mi alcance
poder resolver, pero saben que los voy a acompañar hasta el final. Si estamos
unidos esto se tiene que resolver favorablemente.
Hace 7 meses
trabajo gratis en el centro de diálisis y vivo del sueldo del hospital.
Cuando uno va a la
ferretería y compra un tornillo no se lo lleva si no lo paga. Los médicos a
cargo de los centros de diálisis seguimos bancando hace 7 meses los traslados,
filtros, tubuladuras, medicación, sueldos de enfermeros, mucamas, asistente
social, nutricionista, coordinadores médicos, médicos de turno, etc.
Es un esfuerzo muy
grande y a veces solo se puede entender en el amor a la profesión y a los
pacientes.
Nunca imaginé
estudiar 6 años la carrera de Medicina, 4 años de especialidad de Medicina
Interna, 4 años de Nefrología, posgrado de diálisis peritoneal, trasplante,
etc. para estar cortando la ruta y prendiendo fuego gomas. Por mis pacientes
puedo hacer eso y mucho más.
Estoy muy
esperanzado por el discurso inclusivo de este gobierno.
Creo que es un
gobierno muy nuevo y por ahí solo es cuestión de que se entere de la situación
en las que nos dejó el gobierno anterior.
Los quiero mucho a
todos y solo quiero que estemos unidos en esto.”
¿Cuán lejos haremos caminar y cuan fuerte tienen que gritar los
pacientes en un país donde la salud pública es un derecho y de reconocimiento
mundial? ¿Hasta cuánto puede un gobierno endeudar la salud y marcharse sin ser
juzgado? ¿Cuáles son las prioridades de un sistema de gobierno, si no lo son
proteger a los enfermos, los pobres y desamparados en vez de la ganancias de
quienes hacen lobby?
Revista Redes
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